llego la hora de un nuevo encuetro...
Hablamos de crecer con el cine Proponemos ver el cine desde donde nos modifica, desde donde afecta nuestra manera de sentir Si logramos identificar lo que nos produjo y por qué e intentamos que lo demás perciban lo mismo; quizás lo logremos, probablemente no, entonces puede que lo mejor esté por suceder
viernes, 28 de agosto de 2009
5° celebración
llego la hora de un nuevo encuetro...
miércoles, 26 de agosto de 2009
martes, 25 de agosto de 2009
The Pillow Book
The Pillow Book, basado muy libremente en la célebre obra de Sei Shônagon, la dama de la corte imperial de la época de Heian (siglo X), es una consecuencia lógica de las previas investigaciones de Greenaway con
A pesar de la perfección estética y de una maestría innegable el filme de Greenaway peca por exceso y por efectos de saturación. Situándose en la recepción del especta- lector entre los clips del video, los mangas (Mimoso-Ruiz, 1997:232). The Pillow Book no tiene de hecho el impacto de las pantallas múltiples utilizadas por Abel Gance en su Napoleón Bonaparte (1926), por Norman Jewison en The Thomas Crown Affair (1968) o por Stephen Frears en The Grifters (1990). A menudo en The Pillow Book las pantallas incrustadas refieren a acciones simultáneas o paralelas como en la gramática y la narratología de la cinematografía clásica. El espectador sólo puede quedarse atónito frente a esa Greenaway’s Machine, a ese dispositivo numerológico a menudo gratuito y exasperante frente a la agudeza lúdica de las listas manifestada anteriormente en The Draughtsman’s Contract, Drowning by Numbers y Prospero’s Books. De hecho, la segmentación del libro palimpsesto de Sei Shonagon y del diario de Nagiko presenta menciones como « The Pillow Book. Section 15O» para pasar a continuación a la «Section 029». Si Greenaway quiere en la exhibición de dicha numerología competir con el espíritu japonés que tiende a añadir las formas sin reemplazar el modelo antiguo por un elemento moderno me parece que el derroche de las nuevas tecnologías falla aquí. Greenaway nos propone con sus pantallas múltiples un mero ejercicio estilístico que recupera de manera laboriosa y aburrida el arte de la caligrafía y de las célebres estampas japonesas, en la exhibición provocadora de los cuerpos-textos tatuados en partes a menudo obscenas que ocultan una posible lectura de mandalas (proporciones del Alto / Bajo, del Centro, de las direcciones izquierda/ derecha) en una ambiciosa fábula fílmica pluridiegética.
Fuente: http://www.google.com.ar/url?sa=t&source=web&ct=res&cd=1&url=http%3A%2F%2Fdialnet.unirioja.es%2Fservlet%2Ffichero_articulo%3Fcodigo%3D940522%26orden%3D60229&ei=pFqTSqGqOYaUtgfT65VE&usg=AFQjCNHbQFwPlOV7-wVQBSeF4mB95YaKSA&sig2=l0tP48IqTaNySSugiPU12w
Con respecto a la obra del director tan solo voy a citar por ahora algo de wikipedia y tal vez si vemos más de su cine y a la gente le gusta seguiremos con algo por aquí:
La lista de desencantos es larga. Sin embargo, él no está solo en sus opiniones, su estrategia actual es investigar y cambiar estas limitaciones y para ello invierte mucho tiempo en actividades diferentes al cine, con el ánimo de llevar dichas actividades hacia éste con la esperanza de reinventarlo. Algo que se hace cada vez más difícil, pero mucho más necesario. Un medio sin una reinvención constante está condenado a morir. Muchos dicen que hoy no hay grandes inventores en el cine, se han ido a otros lugares, tal vez están haciendo lo correcto.
El cine de Greenaway está marcado por una serie de imágenes o elementos que se repiten, casi invariablemente, cinta tras cinta, de una forma obsesiva, lúdica y rotunda.
- En primer lugar, y de forma sobresaliente y original, su pasión por el orden, por lo enciclopédico, por las colecciones, la taxacomía. Cuenta, lista, clasifica toda clase de objetos: libros, maletas, cuerpos, comidas, arquitecturas, etc. De esta manera vemos, literalmente, montañas de libros en Los libros de Prósperos y una enumeración de ellos, con nombres sugerentes. En Las maletas de Tulse Luper: La historia de Moab, una lista de maletas que va relacionando, numeradas, y de los curiosos contenidos de cada una de ellas.
- Su amor por las letras y los números, que le ayudan en las clasificaciones que mencionamos, pero que, mayoritariamente, para él tienen un valor en sí mismos. Utiliza con profusión letras y números en muchos tipos diferentes. Las letras solas (más como dibujos que como letras) o en compañía formando palabras y frases recorren la pantalla, aparecen en cualquier momento, están (The Pillow Book) incluso sobre cuerpos humanos.
- La anatomía es otra de las constantes del cine de Greenaway. Siempre hay algún cuerpo desnudo, alguien que se desnuda, alguien que es desnudado. A veces la imagen del cuerpo puede ser más o menos erótica, pero, en la mayor parte de las ocasiones, es un cuerpo presentado como un cuerpo más del orden animal, como un estudio anatómico. Clasificado pero casi inhumano.
- Búsqueda incansable de lo geométrico, el equilibrio y lo simétrico. Planos que se dividen, multiplican. Por todos los fotogramas encontramos cuadrados, circunferencias, rombos, líneas paralelas... Todo equilibrado y tras una simetría exacta. Objetos que se equilibran a ambos lados de la pantalla. Gemelos.
- Su juego con el arte es común a todos sus films. Personajes que parecen en un cuadro, referencias abundantes a la literatura, la arquitectura, la música,... Personajes que son artistas. Títulos de sus películas en las que aparecen palabras como "arquitecto", "dibujante"...
- El Barroco es el modelo y la norma en sus cintas. Lo abundante, lo excesivo, lo sobrecargado... Fragmentos de estatuas enormes ("El vientre del arquitecto"), reses abiertas en canal ("El cocinero..."). La propia época ("El niño de Maçon", "El contrato...").
- Imágenes, fijas o en movimiento, en uno o más cuadrados, sobre la imagen principal. Son como ventanas a otros personajes, a otras situaciones, a otros puntos de vista, a acciones paralelas. Películas dentro de las películas.
Es preciso señalar que estos elementos que se repiten están en línea con la música minimalista y repetitiva del compositor Michael Nyman, que suele ser el creador de las bandas sonoras de las películas de Peter Greenaway.
sábado, 22 de agosto de 2009
jueves, 13 de agosto de 2009
Sine con S de Silvio
Tuve que tomar mis medidas, pués sé que los niños de éste grupo son muy curiosos y le puse contraseña al .zip del cd. =D
La pass es: "mirasine.com.ar" (sin www), dirección en actual funcionamiento, un detallito para el grupo. Es esta la razón, Jorge, por la cual habias visto algun que otro desperfecto en el blog. Cuando vuelva para allá hablaremos mejor. Disfruten del cd (o no). Un abrazo cinéfilos!
sábado, 8 de agosto de 2009
El joven Frankenstein
viernes, 7 de agosto de 2009
miércoles, 5 de agosto de 2009
pequeño aporte
salú.
http://perroferozamarillo.wordpress.com/
martes, 4 de agosto de 2009
El Psicoanalista
Quizá no sepa cómo, por qué, pero lo hizo. Llenó todos mis instantes de desastre y tristeza. Arruinó mi vida.
Y ahora estoy decidido a arruinar la suya. Al principio pensé que debería matarlo para ajustarle las cuentas. Pero me di cuenta de que eso era demasiado sencillo. Es un objetivo patéticamente fácil, doctor. Acecharlo y matarlo no habría supuesto ningún desafío.
Y, dada la facilidad de ese asesinato, no estaba seguro de que me proporcionara la satisfacción necesaria. He decidido que prefiero que se suicide".
(…)
Tírese desde un puente. Vuélese la tapa de los sesos con una pistola. Arrójese bajo un autobús. Láncese a las vías del metro. Abra el gas de la estufa. Encuentre una buena viga y ahórquese. Puede elegir el método que quiera.
Pero es su mejor oportunidad.
Su suicidio será mucho más adecuado, dadas las circunstancias de nuestra relación. Y, sin duda una manera más satisfactoria de que pague lo que me debe.
Verá, vamos a jugar a lo siguiente: tiene exactamente quince días, a partir de esta mañana a las seis de la mañana, para descubrir quién soy. Si lo consigue, tendrá que poner unos de esos pequeños anuncios a una columna que salen en la parte inferior de la portada del New York Times y publicar en él mi nombre. Eso es todo: publique mi nombre.
Si no lo hace… Bueno, ahora viene lo divertido. Observará que en la segunda hoja de esta carta aparecen los nombres de cincuenta y dos parientes suyos. Su edad comprende desde un bebé de seis meses, hijo de su sobrino, hasta su primo, el inversor de Wall Street y extraordinario capitalista que es tan soso y aburrido como usted. Si no logra poner el anuncio según lo descrito, tiene una opción: suicidarse de inmediato o me encargare de destruir a una de estas personas inocentes.
Destruir.
Una palabra muy interesante…
(…)
RUMPLESTILTSKIN
John Katzenbach
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lunes, 3 de agosto de 2009
El coco
El coco –respondió inmediatamente Lester Billings-. El coco los mató a todos. Sencillamente, salió del armario y los mató.
(…)
-Sólo he venido a contarle mi historia-respondió Billings-. Para desahogarme. Le mentí a la policía, ¿sabe? Dije que probablemente el crío había tratado de bajar de la cuna por la noche y…, se lo tragaron. Claro que sí. Eso era lo que parecía. Un accidente, como los otros. Pero Rita comprendió la verdad. Rita… comprendió…finalmente.
Se cubrió los ojos con el antebrazo derecho y empezó a sollozar.
-Señor Billings, tenemos que conversar mucho
-manifestó el doctor Harper después de una pausa-.
Creo que podremos eliminar parte de sus sentimientos de culpa, pero antes tendrá que desear realmente librarse de ellos.
-¿Acaso piensa que realmente no lo deseo?-exclamo Billings, apartando el antebrazo de sus ojos. Estaban rojos, irritados, doloridos.
-Aún no –prosiguió Harper afablemente-. ¿Los martes y jueves?
-Maldito curandero –masculló Billings después de un largo silencio-. Está bien. Está bien.
-Pídale hora a la enfermera, señor Billings. Adiós.
Billings soltó una risa hueca y salió rápidamente de la consulta, sin mirar atrás.
La silla de la enfermera estaba vacía. Sobre el secante del escritorio había una cartelito que decía ^Vuelvo enseguida^.
Billings se volvió y entró nuevamente en la consulta.
-Doctor, su enfermera ha…
No había nadie en la habitación.
Pero la puerta del armario estaba abierta. Sólo una pequeña rendija.
-Que lindo -dijo la voz desde el interior del armario-. Qué lindo.
Las palabras sonaron como si hubieran sido articuladas por una boca llena de algas descompuestas.
Billings se quedó paralizado donde estaba mientras la puerta del armario se abría. Tuvo una vaga sensación de tibieza en el bajo vientre cuando se orinó encima.
-Qué lindo -dijo el coco mientras salía arrastrando los pies.
Aún sostenía su mascara del doctor Harper en una mano podrida, de garras espatulazas.
Stephen King
El pozo y el pendulo.
agonía. Cuando, por último, me desataron y pude sentarme, noté
que perdía el conocimiento. La sentencia, la espantosa sentencia
de muerte, fue la última frase claramente acentuada que llegó a mis oídos. (…)
…¿dónde me encontraba y cuál era mi estado?...
…se confundían en masa en mi memoria mil vagos rumores que sobre los horrores de Toledo corrían. Sobre estos calabozos contábanse cosas extrañas. Yo siempre había creído que eran fábulas; pero, sin embargo, eran tan extraños, que sólo podían repetirse en voz baja.
¿Debía morir yo de hambre, en aquel subterráneo mundo de
tinieblas, o qué muerte más terrible me esperaba? Puesto que
conocía demasiado bien el carácter de mis jueces, no podía dudar de que el resultado era la muerte, y una muerte de una amargura escogida. Lo que sería, y la hora de su ejecución, era lo único que me preocupaba y me aturdía. (…)
No había duda sobre el deseo de mis verdugos, los más despiadados y demoníacos de todos los hombres. (…)
Edgar Allan Poe.
domingo, 2 de agosto de 2009
tercera introduccion
basta de Gremlings que se agrandan cuando se mojan, basta de chistes baratos, basta de ancianos y bastones, basta de dobles a y sectas.
celeste les presenta el MIEDO, el ESPANTO, el SUSTO y el TERROR...
Miedo: Sensación de alerta y angustia por la presencia de un peligro o mal, sea real o imaginario: miedo a morir, miedo al fracaso.
Espanto: Terror, susto, consternación: aquella película le produjo espanto; me produce espanto escuchar las noticias sobre la sequía. /Amenaza o demostración con que se infunde miedo: su abuela se pasaba el día diciendo espantos para que la dejáramos tranquila. /Espanto: Fantasma, aparecido, espectro. Más en pl.: sueña con espantos desde que vio una película de miedo.
Susto: Impresión repentina causada por sorpresa o miedo: me has dado un susto de muerte.
Terror: Género literario y cinematográfico cuya finalidad es producir en el lector o el espectador una sensación de miedo o angustia a través del argumento: ODIO LAS PELICULAS DE TERRROR.
si es el caso de ustedes, no se puede faltar a la tercera jornada de mirasine ni con certificado de defunsion.