domingo, 22 de mayo de 2011

NOSTALGHIA, Andrei Tarkovski

El filme de Andrei Tarkovski que nos convocó. Es una de esas películas que deben digerirse, tal cual la vida cuando nos ofrece momentos cargados de significados, debe ser procesada.
Transcurre el tiempo y deshillvanamos la madeja de hechos y acontecimientos. Siempre hay algo más, algo para descubrir.
Terminado de ver, comentado y dado por finalizado el Taller, llego a mi casa y las imágnes me asaltan. La conmoción no cesó, es más, se incrementa.
El sentido de la histora se me hace cabalmente presente. No es una locura. No es subrealista. No son símbolos. Es lineal y concreta, hay que ir comprendiendo de a poco que Doménico es el alter ego del protagonista, es la respuesta física a su problema  existencial. Doménico lo aclara todo. Entrega su cuerpo en un acto consciente, para dejar en claro que el rumbo es errado. Debemos entendernos como un todo, no hay sanos sin enfermos. El loco les dice a los cuerdos que deben sentir verguenza por el mundo que dominan. Los "sanos" lo presentimos todo el tiempo, pero sólo logramos angustiarnos remotamente, ambiguamente. Ese es Andrei, el poeta ruso.
Cuando llegué a mi casa, mi mujer, con quién vi la película por primera vez, me pidió que le recordara la trama. Comencé a explicarle y simultánemente a comprender. Al relatar la manifestación que realizan los enfermos mentales liberados del sistema de reclusión, ella recordó que la ley que logró la antipsiquiatría en Italia era de 1980 más o menos. Efectivamente, esta película es de 1983 y Doménico es uno de los locos sueltos por la ley de franco Basaglia sancionada en 1978. Por eso no es un símbolo que Doménico manifestara rodeado de pares. Mal que nos pese, no dice nada que acredite su condición de "insano", cosa que nos dejaría dormir tranquilos a nosotros los "sanos", al contrario nos responsabiliza por la insanía. Esto me toca, no puedo evitarlo.
Pero al final no estoy escribiendo sobre la película, sino, sobre la escena que más me impactó.
En los fundamentos de mirá sine hago referencia a películas que nos ofrececen una única y transformadora escena a la que hay que llegar recorriendo el total del camino, para poder apreciar. Esta es una de ellas. Es Doménico el protagonista, el porqué, el dueño del mensaje. Andrei es sólo la excusa, el cómo del relato. Y el mensaje de Doménico está claramente expresado al final, hubo que saber quien era, incorporarlo, para que impacte su acto.
Que emoción tan intensa viví volviendo a ver este filme. Es una obra de arte de principio a fin. Lo que cuenta y lo que muestra es arte. Cada enfoque es una pintura, son cuadros del renacimiento o del barroco. Van Eyck, el Tiziano,Velazquez, Rembrandt, son los nombres que me vienen a la mente, las luces, las sombras, los claroscuros. Y no estoy eligiendo pintores al azar, de los nombres que recuerdo. Son esos mismos los que evoque al ver Nostalghia.
Fue un placer volver a verla, un placer emocional, pero también físico. Mi cuerpo lo sintió.
Agradezco la presencia de los asitentes, la paciencia de los asitentes y el apoyo. Sé que se fueron bien recompensados.

Mirasinia libre para todos!