“Cuando el destino nos alcance” fue
la primer película que recuerdo haber visto, seguramente no fue la primera,
pero ese lugar de preferencia quedó marcado probablemente porque fue la primera
que generó un impacto más allá del entretenimiento y me enseñó que en el cine
hay películas que alumbran una lectura posterior.
Recuerdo que tenía 7 años y que
estaba con mi hermano (con el cual somos mellizos); a la luz de los años
transcurridos puedo rescatar un gran logro de esta película, siendo los dos niños
pudimos entender el mensaje principal del film, y en nuestras retinas y
nuestras mentes quedo grabado el reconocimiento inmediato que puede dar un niño
con el consabido “¡Qué buena peli!”
Quiso el destino que, dos meses
atrás y durante un viaje de trabajo en Buenos Aires, me volviera a juntar con
mi hermano como hacemos cada vez que estoy con un poco de tiempo, y tuvimos
todo un Sábado para hablar de bueyes perdidos….
Estando en su casa, recordamos
algunas cosas del pasado como siempre hacemos y luego de un rato me mostró la
computadora nueva que se había comprado, mientras me mostraba la pantalla HD
puso un par de videos y luego me dijo: Luis te acordás de esa película que
vimos de chicos, la del Soylent verde? Inmediatamente le dije: Si, como no me voy
a acordar, y los dos al unísono dijimos: “¡Que buena peli!”.
Bueno, prosiguió él, mirá acá la
tengo, la bajé el otro día de internet, que te parece si la vemos?, dale, le
respondí y sin más nos pusimos a verla.
Y de esta manera luego de 35
años, volví a ver junto a mi hermano este gran film al cual yo encuadro en el
subgénero de “cine de anticipación”.
Luego de verla, y como aquella
primera vez en nuestra infancia, sorprendentemente el mensaje principal que
recordábamos allí estaba, intacto, y a su vez se desplegaron todos los otros
mensajes e inquietudes que en ese primer momento no pudimos captar.
El segundo gran impacto que me
generó esta película es que la primera vez que la vi fue cine de ciencia
ficción, al verla ahora luego de casi 40 años ha resultado ser inquietante como
el tiempo transcurrido ha transformado gran parte de esa ciencia ficción en una
realidad…
Esta es la pequeña historia que
actuó como disparador de esta cuarta entrega de Mirá Sine, y me pareció
oportuno compartirla con todos ustedes como parte de mis experiencias asociadas
al film.
Como material de lectura
preliminar vamos a considerar todo aquello que entiendo actúa como marco de
referencia y como marco histórico, dejaremos para la charla posterior al film
el comentario de las ideas manifestadas en el mismo y sus diferentes lecturas e
implicancias.
Acerca del futuro y el cine
Siendo un film de ciencia
ficción, el primer concepto asociado que aparece es el relacionado al futuro. Para
todos nosotros el futuro siempre ha resultado ser de interés, queremos
conocerlo, asirlo, comprenderlo, ya que nos inquieta su impredesibilidad, nos
turba el desconocimiento de aquello por venir.
Mi primer reflexión fue tratar de
comprender porqué se genera esta sensación asociada al futuro, y la explicación
que encuentro está relacionada a nuestra cosmovisión.
Un cosmovisión es una manera de
ver y comprender el mundo en todos sus niveles; sucede que estamos tan
“metidos” en nuestra forma de ver las cosas que casi siempre pasamos por alto
el hecho que existen otros posicionamientos, otros modelos y por ende otras
cosmovisiones.
Primer debemos advertir que el
concepto de futuro cambia radicalmente según la percepción que tengamos del
tiempo.
Nuestra cultura concibe al tiempo
como un fenómeno de percepción lineal, el tiempo fluye linealmente desde
el pasado atravesando el presente y hacia el futuro. Desde esta óptica lo que
sucedió en el pasado es inmodificable, y el futuro es totalmente desconocido.
En nuestra definición de futuro
está implícita esta idea de la linealidad, la idea de la flecha temporal (ver
archivo complementario de definiciones).
En otras culturas la idea de
tiempo ha sido distinta, se consideraba al tiempo como un fenómeno circular,
cíclico, más asociado a los ritmos de la naturaleza, en el cual existen un
conjunto de fases o etapas determinadas que se suceden continuamente.
Desde esta óptica el futuro sólo
es una fase más, y si bien no es conocido tampoco es indescifrable, el futuro
no genera tensión ya que es predecible.
El cine ha tomado de diversas
maneras todas estas inquietudes que nos genera el futuro, se lo encuadra globalmente
en el género “Ciencia ficción”, y a su vez aparecen algunos sub-géneros más o
menos establecidos.
Dentro de estos filmes de ciencia
ficción hay dos categorías bien definidas, los referidos a utopías y los
referidos a distopías.
La utopía normalmente remite a
una sociedad ideal o a una realidad en la cual todo transcurre idealmente.
El término distopía se constituye
como antónimo de la utopía, es decir que representa la antítesis de una
sociedad o situación ideal, generalmente la distopía hace referencia a una
sociedad ficticia que ha evolucionado desfavorablemente (o si se quiere
expresar de otra manera, que ha involucionado, teniendo presente nuestro posicionamiento
del tiempo como flecha temporal).
Un punto importante a destacar es
que la diferencia entre utopía y distopía depende del punto de vista del autor
y de la percepción del propio lector, quienes juzgan el contexto descripto como
deseable o indeseable.
Normalmente las distopías surgen
como obras de advertencia, actúan como disparadores de toma de conciencia que
muestran el resultado probable de la continuidad de tendencias actuales. Por
ello, las distopías guardan una estrecha relación con el contexto
socio-político en el que se desarrollan.
Durante el último mes, en el cual
hice un ejercicio de revisionismo de algunas ideas asociadas a este film, me
pregunté porqué se daba esta percepción del futuro caótico, de la distopía,
cuál era la razón del pesimismo intelectual asociado al porvenir.
No es casual que tres de las
mejores (a mi juicio) películas de ciencia ficción sean temporalmente tan
cercanas: El planeta de los simios (1968), La naranja mecánica (1971), y Cuando
el destino nos alcance (1973), comparten el pesimismo en cuanto al futuro
próximo y también manifiestan la cosmovisión de una época. Agregaría a esta
tríada como grandes películas de ciencia ficción a Blade Runner (1982), un poco
más cercana en lo temporal y con un mensaje más esperanzador y a Brazil (1985).
Para responder a estas cuestiones
necesitamos pedir ayuda a la Historia.
La guerra fría
El fin de la segunda guerra
mundial significó la conclusión de un período muy prolongado marcado por
continuas guerras que generaron grandes cambios geo-políticos.
Por otro lado significó el
comienzo de un nuevo mundo modelado bajo la visión de los países que emergieron
como triunfadores de esta gran confrontación y que dio lugar a un modelo
bipolar, estas potencias emergentes se vieron representadas principalmente por
el llamado bloque occidental por un lado, constituido principalmente por
Estados Unidos, Inglaterra y Francia y por el bloque oriental o bloque
soviético formado por la Unión Soviética (lo que actualmente es Rusia y países
periféricos) y China.
La salida de la segunda guerra
mundial no resultó en un posterior período de paz, más bien hubo todo un
reacomodamiento que se fue realizando durante décadas y aún tiene resonancia en
la actualidad y que por momentos manifestó grandes tensiones en el plano
internacional.
Se conoce como guerra fría al enfrentamiento
ideológico comprendido entre el final de la segunda guerra mundial (1945) y la
caída del muro de Berlín (1989).
Este enfrentamiento se produjo en
todos los niveles: social, ideológico, económico, político, militar, científico
e informativo. Los líderes de este enfrentamiento estaban representados por
Estados Unidos y su visión occidental-capitalista y por la Unión Soviética y su
visión oriental – comunista. Aunque este enfrentamiento se dio en todos los
ámbitos, nunca llegó a ser un enfrentamiento armado o de acción directa y por
ello es conocido como guerra fría. Si bien estas disputas no llegaron a
desencadenar una guerra mundial, la entidad y la gravedad de los
conflictos económicos, políticos e ideológicos comprometidos, marcaron
significativamente gran parte de la historia de la segunda mitad del siglo XX.
El punto de mayor tensión
histórico y en el cual se estuvo con un riesgo real de una guerra nuclear se
produjo en la llamada “Crisis de los misiles” (1962), básicamente la gran
tensión se produjo al descubrir Estados Unidos la existencia de bases
misilísticas que estaban siendo instaladas en Cuba por parte de la Unión
Soviética.
Finalmente esta crisis fue
superada, pero la experiencia fue tan angustiante que por décadas quedó en la
conciencia colectiva la posible realidad de una guerra y holocausto nuclear.
Sólo como referencia transcribimos una respuesta del gran físico Albert
Einstein ante la consulta de un periodista de cómo el imaginaba sería la
tercera guerra mundial “No puedo decirle cómo será la tercera guerra mundial,
pero le puedo asegurar como va a ser la cuarta…..con piedras y palos”
Esta sensación se potenció por la
continuidad del enfrentamiento manifestado en las llamadas carrera
armamentística y carrera espacial.
Gran parte de literatura y de
cine tienen como telón de fondo los sentimientos originados durante la guerra
fría, de allí provienen la angustia y la desesperanza reflejadas en muchos filmes
de ciencia ficción.
Por otra parte debemos recordar
que esta guerra se valió de todo tipo de instrumentos y la propaganda mediática
fue uno de ellos. Existen muchos filmes y producciones literarias que utilizan
el concepto de utopía para hacer ver en ellos el triunfo de un modelo, y como
distopía la evolución natural del otro modelo considerado como erróneo y
perverso.
Por ejemplo, desde el punto de
vista occidental, es común ver en las distopías que está presente el
totalitarismo y el Estado omnipresente, queriendo hacer notar que el modelo
comunista indefectiblemente llevaría al caos. Y en la utopía se muestra una
especie de sociedad de bienestar ideal la cual se sugiere es producto del
modelo capitalista de libre mercado.
De igual modo, desde un punto de
vista oriental, la utopía está manifestada en un gran estado protector que
brinda una sociedad igualitaria y la cuál es evolución natural del comunismo,
mientras la distopía es un mundo anárquico comandado ya no por gobiernos sino
por poderosas empresas transnacionales, un mundo sin oportunidades producto del
desenfreno de la economía de mercado.
Uno de los puntos luminosos de
“Cuando el destino nos alcance”, es que no hace eco de esta disputa de modelos,
no se articula como la propaganda ideológica de uno u otro bando, es un
esfuerzo sincero por mostrar la condición humana, y la evolución probable si se
mantienen ciertos esquemas de pensamiento
y ciertas actitudes, quizá este verdadero esfuerzo la hace tan actual y
tan escalofriantemente real……
Y no hay mucho más para decir, si
bien he sintetizado extremadamente muchos hechos y procesos que se
desenvolvieron durante décadas, he tratado de rescatar aquello que considero
más interesante en relación con el film y su marco de referencia. He
considerado oportuno incluir dos anexos, uno de definiciones y bibliografía, y
otro donde se cuenta con mayor detalle todo lo que significó la guerra fría,
quien esté interesado en ahondar más en la historia puede recurrir a él.
Queda únicamente un pequeño
anticipo, en mi experiencia he visto grandes filmes con grandes finales, por
ejemplo “El planeta de los simios” tiene uno de los mejores finales de la
historia del cine, sin embargo cuando volví a ver “Cuando el destino nos
alcance” mi hermano me dijo: Te acordás cómo empieza esta película? Es
espectacular…. Y realmente tiene un comienzo brillante, no había caído en la
cuenta que no hay muchas películas con un inicio tan bueno, es simple, conciso,
muy artístico y lleno de imaginación, y a la vez un golpe al mentón, una
sacudida en el primer segundo…… una drástica toma de conciencia.
Sin más, sólo nos queda esperar
hasta la proyección del film y luego poder realizar el debate pertinente sobre
su contenido.
Saludos para la familia
mirasinera!!!