lunes, 3 de octubre de 2011

4° Taller con Distopías

“Cuando el destino nos alcance” fue la primer película que recuerdo haber visto, seguramente no fue la primera, pero ese lugar de preferencia quedó marcado probablemente porque fue la primera que generó un impacto más allá del entretenimiento y me enseñó que en el cine hay películas que alumbran una lectura posterior.
Recuerdo que tenía 7 años y que estaba con mi hermano (con el cual somos mellizos); a la luz de los años transcurridos puedo rescatar un gran logro de esta película, siendo los dos niños pudimos entender el mensaje principal del film, y en nuestras retinas y nuestras mentes quedo grabado el reconocimiento inmediato que puede dar un niño con el consabido “¡Qué buena peli!”
Quiso el destino que, dos meses atrás y durante un viaje de trabajo en Buenos Aires, me volviera a juntar con mi hermano como hacemos cada vez que estoy con un poco de tiempo, y tuvimos todo un Sábado para hablar de bueyes perdidos….
Estando en su casa, recordamos algunas cosas del pasado como siempre hacemos y luego de un rato me mostró la computadora nueva que se había comprado, mientras me mostraba la pantalla HD puso un par de videos y luego me dijo: Luis te acordás de esa película que vimos de chicos, la del Soylent verde? Inmediatamente le dije: Si, como no me voy a acordar, y los dos al unísono dijimos: “¡Que buena peli!”.
Bueno, prosiguió él, mirá acá la tengo, la bajé el otro día de internet, que te parece si la vemos?, dale, le respondí y sin más nos pusimos a verla.
Y de esta manera luego de 35 años, volví a ver junto a mi hermano este gran film al cual yo encuadro en el subgénero de “cine de anticipación”.
Luego de verla, y como aquella primera vez en nuestra infancia, sorprendentemente el mensaje principal que recordábamos allí estaba, intacto, y a su vez se desplegaron todos los otros mensajes e inquietudes que en ese primer momento no pudimos captar.
El segundo gran impacto que me generó esta película es que la primera vez que la vi fue cine de ciencia ficción, al verla ahora luego de casi 40 años ha resultado ser inquietante como el tiempo transcurrido ha transformado gran parte de esa ciencia ficción en una realidad…
Esta es la pequeña historia que actuó como disparador de esta cuarta entrega de Mirá Sine, y me pareció oportuno compartirla con todos ustedes como parte de mis experiencias asociadas al film.
Como material de lectura preliminar vamos a considerar todo aquello que entiendo actúa como marco de referencia y como marco histórico, dejaremos para la charla posterior al film el comentario de las ideas manifestadas en el mismo y sus diferentes lecturas e implicancias.



 Acerca del futuro y el cine
Siendo un film de ciencia ficción, el primer concepto asociado que aparece es el relacionado al futuro. Para todos nosotros el futuro siempre ha resultado ser de interés, queremos conocerlo, asirlo, comprenderlo, ya que nos inquieta su impredesibilidad, nos turba el desconocimiento de aquello por venir.
Mi primer reflexión fue tratar de comprender porqué se genera esta sensación asociada al futuro, y la explicación que encuentro está relacionada a nuestra cosmovisión. 
Un cosmovisión es una manera de ver y comprender el mundo en todos sus niveles; sucede que estamos tan “metidos” en nuestra forma de ver las cosas que casi siempre pasamos por alto el hecho que existen otros posicionamientos, otros modelos y por ende otras cosmovisiones.
Primer debemos advertir que el concepto de futuro cambia radicalmente según la percepción que tengamos del tiempo.
Nuestra cultura concibe al tiempo como un fenómeno de percepción lineal, el tiempo fluye linealmente desde el pasado atravesando el presente y hacia el futuro. Desde esta óptica lo que sucedió en el pasado es inmodificable, y el futuro es totalmente desconocido.
En nuestra definición de futuro está implícita esta idea de la linealidad, la idea de la flecha temporal (ver archivo complementario de definiciones).
En otras culturas la idea de tiempo ha sido distinta, se consideraba al tiempo como un fenómeno circular, cíclico, más asociado a los ritmos de la naturaleza, en el cual existen un conjunto de fases o etapas determinadas que se suceden continuamente.
Desde esta óptica el futuro sólo es una fase más, y si bien no es conocido tampoco es indescifrable, el futuro no genera tensión ya que es predecible.

El cine ha tomado de diversas maneras todas estas inquietudes que nos genera el futuro, se lo encuadra globalmente en el género “Ciencia ficción”, y a su vez aparecen algunos sub-géneros más o menos establecidos.
Dentro de estos filmes de ciencia ficción hay dos categorías bien definidas, los referidos a utopías y los referidos a distopías.
La utopía normalmente remite a una sociedad ideal o a una realidad en la cual todo transcurre idealmente.
El término distopía se constituye como antónimo de la utopía, es decir que representa la antítesis de una sociedad o situación ideal, generalmente la distopía hace referencia a una sociedad ficticia que ha evolucionado desfavorablemente (o si se quiere expresar de otra manera, que ha involucionado, teniendo presente nuestro posicionamiento del tiempo como flecha temporal).
Un punto importante a destacar es que la diferencia entre utopía y distopía depende del punto de vista del autor y de la percepción del propio lector, quienes juzgan el contexto descripto como deseable o indeseable.  
Normalmente las distopías surgen como obras de advertencia, actúan como disparadores de toma de conciencia que muestran el resultado probable de la continuidad de tendencias actuales. Por ello, las distopías guardan una estrecha relación con el contexto socio-político en el que se desarrollan.
Durante el último mes, en el cual hice un ejercicio de revisionismo de algunas ideas asociadas a este film, me pregunté porqué se daba esta percepción del futuro caótico, de la distopía, cuál era la razón del pesimismo intelectual asociado al porvenir.
No es casual que tres de las mejores (a mi juicio) películas de ciencia ficción sean temporalmente tan cercanas: El planeta de los simios (1968), La naranja mecánica (1971), y Cuando el destino nos alcance (1973), comparten el pesimismo en cuanto al futuro próximo y también manifiestan la cosmovisión de una época. Agregaría a esta tríada como grandes películas de ciencia ficción a Blade Runner (1982), un poco más cercana en lo temporal y con un mensaje más esperanzador y a Brazil (1985).
Para responder a estas cuestiones necesitamos pedir ayuda a la Historia.

La guerra fría

El fin de la segunda guerra mundial significó la conclusión de un período muy prolongado marcado por continuas guerras que generaron grandes cambios geo-políticos.
Por otro lado significó el comienzo de un nuevo mundo modelado bajo la visión de los países que emergieron como triunfadores de esta gran confrontación y que dio lugar a un modelo bipolar, estas potencias emergentes se vieron representadas principalmente por el llamado bloque occidental por un lado, constituido principalmente por Estados Unidos, Inglaterra y Francia y por el bloque oriental o bloque soviético formado por la Unión Soviética (lo que actualmente es Rusia y países periféricos) y China.
La salida de la segunda guerra mundial no resultó en un posterior período de paz, más bien hubo todo un reacomodamiento que se fue realizando durante décadas y aún tiene resonancia en la actualidad y que por momentos manifestó grandes tensiones en el plano internacional.
Se conoce como guerra fría al enfrentamiento ideológico comprendido entre el final de la segunda guerra mundial (1945) y la caída del muro de Berlín (1989).
Este enfrentamiento se produjo en todos los niveles: social, ideológico, económico, político, militar, científico e informativo. Los líderes de este enfrentamiento estaban representados por Estados Unidos y su visión occidental-capitalista y por la Unión Soviética y su visión oriental – comunista. Aunque este enfrentamiento se dio en todos los ámbitos, nunca llegó a ser un enfrentamiento armado o de acción directa y por ello es conocido como guerra fría. Si bien estas disputas no llegaron a desencadenar una guerra mundial, la entidad y la gravedad de los conflictos económicos, políticos e ideológicos comprometidos, marcaron significativamente gran parte de la historia de la segunda mitad del siglo XX.
El punto de mayor tensión histórico y en el cual se estuvo con un riesgo real de una guerra nuclear se produjo en la llamada “Crisis de los misiles” (1962), básicamente la gran tensión se produjo al descubrir Estados Unidos la existencia de bases misilísticas que estaban siendo instaladas en Cuba por parte de la Unión Soviética.
Finalmente esta crisis fue superada, pero la experiencia fue tan angustiante que por décadas quedó en la conciencia colectiva la posible realidad de una guerra y holocausto nuclear. Sólo como referencia transcribimos una respuesta del gran físico Albert Einstein ante la consulta de un periodista de cómo el imaginaba sería la tercera guerra mundial “No puedo decirle cómo será la tercera guerra mundial, pero le puedo asegurar como va a ser la cuarta…..con piedras y palos”
Esta sensación se potenció por la continuidad del enfrentamiento manifestado en las llamadas carrera armamentística y carrera espacial.
Gran parte de literatura y de cine tienen como telón de fondo los sentimientos originados durante la guerra fría, de allí provienen la angustia y la desesperanza reflejadas en muchos filmes de ciencia ficción.
Por otra parte debemos recordar que esta guerra se valió de todo tipo de instrumentos y la propaganda mediática fue uno de ellos. Existen muchos filmes y producciones literarias que utilizan el concepto de utopía para hacer ver en ellos el triunfo de un modelo, y como distopía la evolución natural del otro modelo considerado como erróneo y perverso.
Por ejemplo, desde el punto de vista occidental, es común ver en las distopías que está presente el totalitarismo y el Estado omnipresente, queriendo hacer notar que el modelo comunista indefectiblemente llevaría al caos. Y en la utopía se muestra una especie de sociedad de bienestar ideal la cual se sugiere es producto del modelo capitalista de libre mercado.
De igual modo, desde un punto de vista oriental, la utopía está manifestada en un gran estado protector que brinda una sociedad igualitaria y la cuál es evolución natural del comunismo, mientras la distopía es un mundo anárquico comandado ya no por gobiernos sino por poderosas empresas transnacionales, un mundo sin oportunidades producto del desenfreno de la economía de mercado.
Uno de los puntos luminosos de “Cuando el destino nos alcance”, es que no hace eco de esta disputa de modelos, no se articula como la propaganda ideológica de uno u otro bando, es un esfuerzo sincero por mostrar la condición humana, y la evolución probable si se mantienen ciertos esquemas de pensamiento  y ciertas actitudes, quizá este verdadero esfuerzo la hace tan actual y tan escalofriantemente real……
Y no hay mucho más para decir, si bien he sintetizado extremadamente muchos hechos y procesos que se desenvolvieron durante décadas, he tratado de rescatar aquello que considero más interesante en relación con el film y su marco de referencia. He considerado oportuno incluir dos anexos, uno de definiciones y bibliografía, y otro donde se cuenta con mayor detalle todo lo que significó la guerra fría, quien esté interesado en ahondar más en la historia puede recurrir a él.
Queda únicamente un pequeño anticipo, en mi experiencia he visto grandes filmes con grandes finales, por ejemplo “El planeta de los simios” tiene uno de los mejores finales de la historia del cine, sin embargo cuando volví a ver “Cuando el destino nos alcance” mi hermano me dijo: Te acordás cómo empieza esta película? Es espectacular…. Y realmente tiene un comienzo brillante, no había caído en la cuenta que no hay muchas películas con un inicio tan bueno, es simple, conciso, muy artístico y lleno de imaginación, y a la vez un golpe al mentón, una sacudida en el primer segundo…… una drástica toma de conciencia.
Sin más, sólo nos queda esperar hasta la proyección del film y luego poder realizar el debate pertinente sobre su contenido.

Saludos para la familia mirasinera!!!