Lega Nord: proponen separar o al menos suprimir ayudas a | la Italia del sur |
Diferencias entre la gente del Norte y del Sur de Italia sí que las hay, y cómo. Desgraciadamente no he ido aun al sur ni conozco demasiado bien a gente oriunda, pero el asunto igualmente gira en el aire y mucho en el discurso de todo el mundo, y no es fácil que pase desapercibido.
En el habla común el del norte es ordenado, trabajador y honesto, educado, el del sur es... pues todo lo contrario. El del norte es más frío, metódico, sobrio, el del sur es afectuoso, amigable, alegre, familiero, apasionado y machista. El del norte hace su vida sin joderte, y el del sur, pues a veces te jode. El norte es rico y productivo, el sur es pobre y... dominado por la mafia (con el universo de consecuencias e idiosincracias que esto conlleva). Todo esto y mucho más podría ser un cúmulo de lugares comunes que transmito, repito, sin haber profundizado verdaderamente con ninguno de los dos.
Supongo igualmente, y con todas las excepciones de milaneses cagadores y napolitanos honestos hasta la médula, que hay mucho de todo eso en la realidad, y que hay muchas cosas concretas que hacen parecer la Italia del Norte y del Sur dos países diferentes.
Para empezar Italia es un país relativamente muy joven, tienen como nación unificada unos escasos 150 años de vida (más jóvenes que nosotros); y este proceso de unificación sucedió en un modo para nada natural y espontáneo, sino más bien programado y hasta con algunos toques forzados (como por ejemplo, la elección e imposición del italiano -fiorentino- como lengua nacional). Lo que hoy es Italia era una miríada de reinos -bajo diversas dominaciones extranjeras-, ciudades y regiones autónomas, con culturas y lenguas propias muy diferentes entre sí. La lucha por la unificación fue, en esta parte de Italia y en líneas muy generales, idea y obra de los intelectuales del norte, que vinieron a “liberar” el sur. Pero sucedió que los habitantes del Sur, prevalentemente campesinos y de extracción muy humilde, no estaban muy seguros de querer ser liberados, de querer esa Italia grande de la que le hablaban estos señores, de batallar y mandar a sus hijos a la muerte por una causa que les era en gran parte ajena. Y hacían bien en pensar así, porque una vez “libres” de la dominación de los Borbones y demás “ocupadores”, la situación de esta región empeoró, y profundizó aun más las diferencias abismales que ya existían entre Norte y Sur. Y este problema, la llamada “cuestión meridional”, está en la base del nacimiento de Italia como nación y se arrastra hasta nuestros días.
El norte siguió creciendo y modernizándose gracias a políticas que favorecían ciertas actividades y no otras, sobre todo la actividad industrial concentrada en el norte del país, y el sur gracias a estas mismas políticas, y por supuesto a otras carencias, siguió profundizando su historia de atraso.
Por esta situación hubo en la historia italiana muchas oleadas migratorias Sur-Norte. Huyendo de la pobreza millones de personas buscaron suerte en ciudades como Milano y Torino, que en pleno desarrollo industrial prometían trabajo en abundancia. Estas oleadas migratorias por un lado favorecieron la integración, que todavía en la segunda mitad del siglo XX estaba bien lejos de ser una realidad, pero también pusieron en fuerte contraste y en evidencia las enormes diferencias entre las idiosincracias y los modos de vida de las distintas regiones, y las enormes dificultades de adaptación de la gente del Sur a la vida del Norte. Una de las oleadas más fuertes fue la del período del boom económico de los años 60, situación que se ve perfectamente en Mimí Metalúrgico.
La evolución de este panorama ha seguido siempre en esta dirección. A pesar de los normalmente ineficaces intentos de integración y nivelación que se han llevado a cabo, el Norte ha seguido por la senda del desarrollo, de la concentración de capital, recursos y poder, y el Sur... pues nuevamente todo lo contrario, cada vez más pobre, más caótico y siempre más dominado por las distintas organizaciones mafiosas que operan y prácticamente gobiernan las diferentes regiones del Sur, que han suplantado ya casi completamente al Estado, dominando paralelamente el crimen organizado y el tráfico de drogas, y el aspecto asistencial y proteccionista de la población... de donde todos los días llegan imágenes en los noticieros que nada tienen que envidiar a nuestras villas miserias.
Se podría resumir diciendo que el Norte es rico y el Sur es pobre, basta escuchar el discurso de las siempre crecientes corrientes separatistas del Norte, que ven y han visto siempre el Sur como una carga, como un hijo grande mantenido... habría que ver... todo siempre es mucho más complejo.
Pero bueno, tampoco de todo esto estoy segura, habría que caminar sus ciudades, hablar con su gente... Espero igualmente que todo este cúmulo de impresiones, ideas y sospechas sirva para echar un poquito de luz sobre la obra maestra que es Mimí.