sábado, 8 de febrero de 2014

Johnnie To



no es casualidad que la última portada de mirá sine sea el rostro mutante de Beat Takeshi. El cine asiático, entre otras grandes virtudes, tiene la de renovar el espíritu de las grandes películas de acción; género reservado para la clásica y nunca suficientemente bastardeada filmografía de y por el cine industrial norteamericano. 
Acabamos de ver Drug War del imparable Johnnie To. Deja totalmente malparados a los anacrónicos realizadores del corporativo cine del norte. Por fin la acción deja de precisar de la muerte como código preelaborado. Por fin la bala daña donde pega, sin invalidar la trama, Por fin el muerto muere cuando debe. Este cine hace justicia a tanto extra depreciado por descalificación instantanea. Historias magistralmente contadas sin necesidad de dar por hecho lo que hecho no está. Tensión justificada por la trama y por la necesidad del relato, más que por la música o la repetinzación de los planos. Arte disponible durante y simultáneo a los hechos. Solo los ojos rasgados cambian el ambiente y a la vez dan un descanso a la apatía conseguida atraves de tantos años de lo mismo. Yuuuuhuuuu, que buenos nuevos aires!!

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